Todo va muy rápido hoy y hay que aprovechar el tiempo al máximo. Se necesitan reuniones locales y más cortas para ser más eficientes. Parece que esto ha sido aplicado por una conocida empresa de alimentación en Toledo.
Muchas veces se hacen reuniones en medio del viaje. Entonces... ¿por qué no utilizar también el tiempo del viaje para comer o cenar?
El objetivo era elaborar un catering de formato atractivo y divertido, con una gastronomía elaborada, para que un grupo de 7 personas cenaran viajando en bus, de Atocha a Toledo. También deberían comer 150 personas, en las mismas condiciones en el viaje de vuelta a Madrid, luego de terminado el evento.
Es fundamental la bolsa de bocadillos, que ha cambiado y lo seguirá haciendo, posibilitando que se pueda comer muy bien sin necesidad de contar con una mesa. Solo se necesita adaptarse a esta forma de abordar el nuevo formato. Para el caso, se tuvieron que evitar ciertos alimentos, porque el evento era en verano y hacía calor.
Además no se debían repetir entre la ida ya la vuelta. Se pensaron en bocados que se adaptaran a todas las circunstancias.
Se están viendo cambios en en lo que tienen que ver con el packaging de alimentos y su caducidad, teniendo ventaja los que pueden viajar congelados.
Hay productos que son más complicados para servir porque requieren mucha manipulación y es complicado cuando no se cuenta con mucho espacio. Los productos auto empaquetados que no requieren mucha manipulación son los
que mejor se adaptan a situaciones como esta y según se dice… “son el futuro”