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La fama de la cocina francesa como sinónimo de lo exclusivo y del buen gusto, de platos a la altura de los paladares más exigentes, ha podido ejercer un efecto negativo, alejando de ella a muchos comensales por considerarla fuera de su alcance. Sin embargo, esta cocina internacional ofrece posibilidades para todos los gustos.
En Argentina hay tradición de locales dedicados solo a cocina francesa que cuentan con un público fiel. Y no es difícil entenderlo, porque sus elaboradas recetas se acompañan de unos extraordinarios complementos. No hay cocina internacional que se pueda comparar, por ejemplo, en cantidad y calidad de quesos, casi 400 denominaciones diferentes.
Es difícil destacar solo algunas recetas, dentro de la gran variedad que ofrece la cocina francesa, pero sí que no se puede dejar de citar el foie, da igual de pato u oca, y el chateau briand como dos de las grandes estrellas de esta cocina internacional. Sin duda, acompañados de la multitud de vinos franceses que maridan a la perfección con su gastronomía.
En el apartado de los postres también es complicado encontrar una cocina internacional que supere la excelencia y variedad de la cocina francesa. Aquí el chocolate y las frutas exóticas son la base de sus elaboraciones, una consecuencia del mercado que durante siglos mantuvo con sus colonias.
Hablar de cocina francesa es también hacerlo de opciones más divertidas e ideales para reuniones informales como la fondue o la raclette, cuya aceptación las ha convertido en referentes de la cocina internacional.