Las relaciones y similitudes entre dos ciudades separadas por un océano, Madrid y Buenos Aires, son verdaderamente singulares. Más que hermanadas, estas dos capitales son consideradas por muchos de quienes las conocen en profundidad como espejos. Además de los lazos históricos, que se han mantenido durante siglos en ambas direcciones, esas similitudes son visibles en su arquitectura o en la idiosincrasia de sus habitantes.
Pero, por encima de estos puntos comunes, es en el ámbito de la gastronomía en uno de los que más significativa es la estrecha relación entre Buenos Aires y Madrid. La presencia de restaurantes argentinos en los más recónditos rincones de la capital española es una buena muestra de ello. Y no hablamos de las grandes cadenas, menos representativas, sino de los locales genuinamente bonaerenses.
Un ejemplo claro lo tenemos en el “Casa Federica”, ubicada en una pequeña calle cercana a la Gran Vía madrileña. Solo traspasando las puertas del local, ya se percibe en cada pequeño detalle ese inconfundible estilo argentino. La tradicional y familiar decoración y unos estantes llenos de productos nacionales, son las primeras señales inconfundibles del carácter de este local. En lo que a especialidades culinarias se refiere, uno no puede irse de este establecimiento sin probar sus exquisitas milanesas con puré. Y, de postre, los deliciosos panqueques de dulce de leche, aún más impresionantes si llevan un baño de azúcar por encima.
Este es solo uno de los numerosos representantes de lo mejor de los fogones argentinos que se puede degustar en Madrid, sin necesidad de subirse a un barco o avión.